Resignificar la maternidad

Ayelén Gagliano
4 min readOct 17, 2021

Después de 8 años maternando, me pregunté a mi misma ..¿qué es maternar?

Escribí…

Es estar, poner el cuerpo y el tiempo a disposición de otro ser. Es nutrir, cuidar, prestar atención. Es proteger, sostener, abrazar. Es paciencia. Es enseñar y aprender. Espejar y reflejar. Es observación plena y amorosa. Es prueba y error. Es asombro, empuje y fuerza. Es coraje y valentía. Es paz. Intercambio de amor y energía inexplicable. Es seguridad. Amor incondicional. Es refugio. Eso es, REFUGIO.

Pero lejos de romantizarla también es…

Miedo, culpa, frustración, incertidumbre, más culpa. Es lejanía y soledad. Tristeza. Nostalgia. Perderse, desconocerse. Es ira, impaciencia, desconcierto, cansancio extremo. Imposición social. Responsabilidad. Es CAOS.

La experiencia de maternar es un curso acelerado de lo que venimos a experienciar todes en la vida. Es pura polaridad. Es un ir y venir constante de la luz a la oscuridad. Ojalá hubiera percibido esto con claridad apenas fuí madre, pero no, tuvo que venir mi tercer hija y llevar la vara hasta la ausencia extrema de mí misma para entender que todo eso que escribí arriba sobre lo que significa maternar me lo tenía /tengo que dar primero a mí misma, sino resulta imposible llevar adelante ese rol con paz y disfrute.

De la misma manera, comprender que la maternidad es eso, un rol, un aspecto más de mi persona. No soy sólo madre aunque la tarea demande 24 hs al día, toda la vida.

Resignificar la maternidad es poder ver al fin que acá no hay buenas ni malas, no hay mejores ni peores. Cada una da lo que tiene para dar, va construyendo con lo que se supone que debe hacer, con lo que le dicen que tiene que hacer y cuando al fin se escucha, con lo que le susurra su intuición e instinto materno.

Resignificar la maternidad es aprender a maternarnos a nosotras mismas. Entender que todo ese empoderamiento que deseamos para nuestros hijes primero lo tenemos que encarnar nosotras. Cuando prestás un poquito de atención te das cuenta que estás enseñando desde la carencia y no desde la experiencia. Querés para tus hijas lo que no te permitiste/permitís para vos misma.

Resignificar la maternidad es aprender a ver los espejos. Es ver que ese llanto de tus hijxs es el llanto que no te permitís. Esa demanda incansable sos vos pidiéndote atención. Ese victimismo inocente sos vos y tu propia víctima. Ese dolor de garganta de tu hija es todo lo que no dijiste. La fiebre es tu ira no expresada. La alegría y el juego es tu niña interior todavía latente invitándote a jugar.

Resignificar la maternidad es integrar la propia sombra. Es integrar esta infinita polaridad. Entender que somos las dos caras de la moneda. Es aceptar, es rendición.

En el presente veo amor por todos lados, veo que lo damos todo. Lo veo en las plazitas, en la escuela, en el hospital, en la calle misma. Veo a madres abrazando, sosteniendo, consolando, porteando.

En el presente agradezco haberme hecho por fin esta pregunta. Agradezco a mi primer hija que vino a introducirme en este curso, que me hizo vivir la experiencia poderosa del nacimiento,de gestar vida y parir . A mi segunda hija que me enseñó que el amor no se divide, se multiplica. Que me enseña de autenticidad. A mi tercer hija que me enseñó a ir en mi búsqueda. A rescatarme. A maternarme y aprender a cuidarme.

En el presente agradezco y honro a todas las mujeres de mi linaje que dieron vida a mi clan, que hicieron lo que pudieron. A mis abuelas. A mi mamá, que fue, es y será siempre refugio, apoyo y contención y que ahora también es abuela de mis hijas. En el presente agradezco la energía del cuidado amoroso integrada en cada mujer presente en mi vida, en mis amigas, hermanas, primas, en mi suegra.

En este día celebro poder resignificar la maternidad y ejercerla desde un lugar un pelín más consciente.

A todas las guardianas de vida, feliz día!

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